Valentín Maya Blanco, tiene una dilatada experiencia en la restauración de pastizales mediterráneos de la dehesa y actualmente está en una nueva línea nueva de trabajo en la mejora de cubiertas vegetales mediante la introducción de especies anuales en cultivos permanentes.

¿Cuál es tu relación con las semillas nativas?

Mi relación con las semillas nativas se remonta al año 2003, año el que me incorporo a CICYTEX como responsable de mantenimiento del Banco de Germoplasma de Leguminosas Pratenses del Instituto de Investigaciones Agrarias Finca La Orden-Valdesequera. El objetivo de este Banco de Germoplasma siempre fue el de preservar la biodiversidad pascícola existente en áreas adehesadas del suroeste peninsular, evitando la desaparición de posibles ecotipos de interés. Mi trabajo habitual siempre estuvo ligado a la recolección, conservación, caracterización, documentación y valoración de ecotipos almacenados, de los que la gran mayoría estaban clasificados como semillas nativas.

¿Y qué te parece el proyecto Fleurs Locales? 

Considero que tiene unas líneas de trabajo muy interesantes en la visibilización y valorización de unos recursos genéticos como son las semillas nativas, que tradicionalmente han estado fuera de la cadena de valor por desconocimiento o falta de interés comercial e institucional.

¿Crees que las semillas nativas son una buena opción para la restauración?

Por supuesto que puede ser una buena opción si la elección de estas especies se realiza con un criterio acorde a los objetivos de restauración y al propio proceso sucesional, y siempre y cuando se garantice que el ambiente donde vayan a utilizarse, sea similar al de la zona originaria de las semillas nativas. No estoy hablando solamente de compartir Región Biogeográfica que se da por hecho, sino de compartir también características edáficas y un modelo de gestión que permita la perpetuación de las especies en la zona perturbada.

Desde principio de año CICYTEX, para el que trabajo, colabora con el Proyecto Fleurs Locales a través de un contrato de asistencia técnica con la Fundación Global Nature ara la puesta a punto de una metodología de traslocación de semillas nativas, todo ello con el objetivo de regenerar cubiertas vegetales en la dehesa mediante el uso de pacas de pasto henificado. Se trata de una experiencia ambiciosa e innovadora no exenta de dificultades que pone a prueba cada día al gran equipo que formamos junto a Laura, Ana y Álvaro.

¿Dónde está la clave para que sean una opción real para agricultores o administraciones?

Desafortunadamente, la disponibilidad actual de semillas nativas es muy limitada en cuanto a diversidad de especies y volumen ofertado, lógicamente esto es un lastre para el desarrollo del mercado, que no siempre puede ofrecer el producto que realmente necesita el usuario.

Creo que serían necesarios unos mecanismos legales adaptados al propio contexto de las semillas nativas, siendo suficientemente ágiles a la vez que estrictos en el control del proceso productivo, que permita poner en el mercado un producto de composición garantizada, adaptado a las necesidades del comprador. Considero que objetivo final no debe reducirse a una certificación o a un “uso” de semilla nativa, sino que esas semillas deben cumplir su función restauradora y quizás en este sentido sería necesario generar más conocimiento relacionado con la estructura y la composición vegetal en procesos de restauración.

¿Conoces casos de éxito de restauración con semillas nativas?

El caso más cercano que conozco es una experiencia en la que participé, consistente en el diseño de una mezcla biodiversa para la mejora de una cubierta vegetal en la dehesa. Los materiales utilizados en esta mezcla procedían de semillas nativas del Banco de Germoplasma de La Orden, por lo que estaban identificadas y ampliamente caracterizadas. Esto permitió que esa cubierta tuviese mayor producción y calidad respecto a otras mezclas comerciales con las que compararon y que incluían semilla comercial de procedencia australiana.

* Valentín Maya Blanco, Ingeniero Agrónomo, Investigador de CICYTEX (Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura), durante 17 años ha trabajado en la preservación de Recursos Fitogenéticos, siendo responsable de mantenimiento del Banco de Germoplasma de Leguminosas Pratenses del Instituto de Investigaciones Agrarias Finca La Orden-Valdesequera.